Rodrigo Cordero, miembro del comité académico del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad Diego Portales y profesor de la Escuela de Sociología UDP, realizó una estadía académica en la Universidad de Leiden, Países Bajos, en el contexto de la Cátedra Chile.
Esta instancia, creada en 2010 por el académico de Leiden y de la UDP Patricio Silva, forma parte del Programa de Estudios Latinoamericanos de la U. de Leiden y desde 2017 mantiene una alianza con la UDP, que ha permitido la participación de destacados/as académicos/as como el rector UDP Carlos Peña, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales e Historia UDP Rossana Castiglioni, y los profesores Javier Couso (Derecho UDP) y Cristián Cox (Educación UDP).
El profesor Cordero comentó su perspectiva sobre el trabajo académico internacional, los temas que abordó durante esta experiencia en Países Bajos y los proyectos en que está trabajando:
Mi estadía en la Universidad de Leiden se produjo como invitado a la Cátedra Chile 2025, que es un símbolo del trabajo colaborativo y el sólido vínculo que la UDP ha forjado con Leiden durante la última década. En este contexto dicté un curso de posgrado de seis semanas de duración sobre crisis democrática, en el cual tuve la oportunidad de mostrar parte del trabajo que he venido realizando sobre sociología de la democracia. También tuve tiempo para avanzar en un proyecto que, junto a mi colega Raimundo Frei (académico UDP), venimos desarrollando sobre la economía moral de la polarización. Parte de ese trabajo lo presenté en una conferencia pública titulada “Narrative Democracy: Notes on the (Failure of the) Chilean Constituent Process”. Finalmente, tuve la oportunidad de reunirme con colegas para explorar formas de reforzar los vínculos entre Leiden y UDP.
El seminario que dicté contó con la participación de estudiantes holandeses interesados en América Latina, estudiantes chilenos que actualmente están en Leiden, algunos colegas y público oyente interesados en conocer más sobre la situación sociopolítica de Chile. Era un grupo de 12 estudiantes. El seminario tenía dos sesiones semanales, en las cuales revisamos desde distintos ángulos los debates actuales sobre crisis democrática, siempre buscando reflexionar sobre Chile desde una perspectiva global.
Uno de mis propósitos principales fue investigar la dimensión moral de la crisis democrática chilena explorando la colisión de mundos normativos que cristalizan en torno a diversas luchas por la demarcación de derechos. Basándome en una variedad de debates teóricos y casos empíricos, el foco estuvo en comprender las formas en que los «derechos» se convierten en objetos de contención moral en diferentes esferas de la vida social. En este marco, discutimos sobre “propiedad”, “seguridad”, “identidades”, “protesta”, “desigualdad”, entre otros temas. La idea era mostrar los rendimientos y aportes que la perspectiva de la economía moral puede tener para comprender las dinámicas y conflictos morales que se encuentran a la base de las dinámicas de polarización y crisis democrática en la actualidad.
Fue una gran experiencia. Más que diferencias a nivel del tipo de docencia, lo que más me gustó fue la posibilidad de explorar formas de enseñar sobre problemas teóricos generales en torno a la democracia utilizando a Chile como un caso información, pero buscando siempre situarlo como parte de dinámicas globales y regionales más amplias.
El desarrollo del curso, la conversación con colegas de otras disciplinas y, en particular, el trabajo que desarrollé para la conferencia pública final, me permitió avanzar en darle forma a algunas ideas y argumentos de un proyecto de libro titulado “Narrative Democracy”, que estamos trabajando junto con Raimundo Frei. La conferencia final tuvo muy buena recepción, lo cual, por supuesto, es una inyección de energía para seguir avanzado en la escritura de ese libro.
Este año se celebra el 15º aniversario de la Cátedra Chile, creada por el profesor Patricio Silva como parte del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Leiden. A lo largo de los años, se ha convertido en un próspero espacio para el diálogo cultural y el intercambio intelectual entre Chile y los Países Bajos, reforzando el vínculo entre la UDP y Leiden. En consecuencia, es un gran honor haber sido nombrado para la Cátedra de este año y colocar mi nombre junto al de los muchos académicos que me han precedido.